Casa en calle Bolsa, en cuya planta baja se hallaba el Almacén del Reloj, cuyo inmueble fue propiedad de León de Argüeso.

 

La primera fecha documentada, que hemos podido localizar, referida a León de Argüeso en Sanlúcar es 1831, en cuyo año adquiere la mitad de una casa-almacén situada en la calle de las Cruces, donde funcionaba desde antiguo una tienda de refino y comestibles denominada “Almacén del Reloj”, por un reloj de sol ubicado en la fachada del edificio. En esta casa Argüeso iniciará su trayectoria empresarial con treinta años de edad. Algunos años más tarde, entre 1845 y 1847, León de Argüeso se haría con la otra mitad de la finca. Este inmueble lindaba, por la calle de las Cruces, con otra casa que había sido propiedad del convento de dominicas de Madre de Dios, la cual también fue comprada por Argüeso en 1856, como producto de la desamortización eclesiástica, quedando unificados ambos inmuebles en una sola finca. En esta casa habitará León de Argüeso el resto de su vida, junto a sus tres sobrinos, los dependientes del almacén y los sirvientes. Este primer establecimiento comercial y residencial se convirtió en el centro neurálgico de sus negocios, desde donde el empresario dirigió todas sus actividades económicas.

 El almacén del Reloj era una típica tienda de montañés. Situada haciendo esquina a dos calles –Cruces y Bolsa-, para abrir puertas a ambas vías. El local tendría la estructura clásica de estos establecimientos, quedando subdivida la planta baja en tres zonas: taberna, tienda de ultramarinos y amplia trastienda para almacenaje. La zona residencial se ubicaba en la planta principal y el área reservada al servicio y dependientes del almacén se hallaba en la segunda planta. Al fallecer León de Argüeso, este establecimiento siguió funcionando con sus herederos durante algunos años. En 1895 estaban empadronados en esta casa, además de Francisca Díez y Juan Argüeso, otros nueve montañeses: tres mujeres solteras y seis varones. A principios del siglo XX el establecimiento fue alquilado por el palentino Francisco Morante Sardina para instalar su almacén; y posteriormente se ubicó en este local el banco “Herederos de Antonio Ridruejo”, regentado por Casimiro Barrero Laya. En la actualidad no existe ningún establecimiento comercial en esta casa, que fue reedificada en la década de los 90 del siglo XIX por los herederos de Argüeso.

Cuando hablamos acerca de cómo serán las casas del futuro debemos tener en cuenta dos términos básicos: tecnología y medio ambiente, se trata de las dos ideas principales que guiarán los diseños de los hogares en pocos años. Entendemos que la esta nueva promoción marcará un antes y un después a la hora de construir en Sanlúcar de Barrameda.

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